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sábado, 28 de abril de 2012

Capítulo 1

[Narra Sandra]

Un nuevo día me esperaba, mañana viajaría por primera vez a Londres y estaba nerviosa, no iba a sola, iba en compañía de mis dos mejores amigas y eso hacía que no estuviera asustada de estar sin mis padres, en cierto modo me aliviaba, no quiero decir que no quiera a mis padres, les quiero muchísimo, al fin y al cabo, fueron ellos los que me dejan ir a Londres.
Las 5 de la tarde, como de costumbre en el ordenador, mirando el Twitter y siempre la gente hablando de mis cinco chicos favoritos, One Direction, y dejando que cada vez que veo un comentario o foto sobre ellos una sonrisa me ilumine la cara y me haga pensar en ellos.
Las 6 de la tarde, una hora que para mi había sido 10 minutos.
Me iba a casa de mis abuelos a despedirme de ellos, iba a pasar dos meses de vacaciones de verano en Londres, nada me ilusionaba más que eso.
Para mi sorpresa mis primas habían ido para despedirme de todos. Me llevaba genial con ellas y me habían prometido llevarme a comprar ropa al centro comercial esa misma tarde.
Antes de irnos mi abuela me dio dos besos y un regalo.
-Sandra, este collar perteneció a mi abuela que me lo dio a mi, su nieta, hoy quiero que tu lo conserves.
-Muchísimas gracias -la abrace con todas mis fuerzas y la di un enorme beso-. Adiós abuela.
-Adiós, cuidaros.
El collar era precioso, una cadena de plata y un colgante de una media luna, también en plata. Siempre vi a mi abuela con ese collar, me dijo que la dio mucha suerte cuando era jóven y quería que yo tuviera tanta suerte como ella.
-Sandrius, -así era como me llamaban mis primas- te tenemos que comprar unos bikinis de Hollister, que son preciosos.
-Y también un vestido, he traido dinero.
-No, no, no vas a pagar, te vas a ir a la Gran Bretaña deja que te compremos toda la ropa que queramos, eres nuestra prima pequeña -dijo mi otra prima-.
Terminamos de comprar y ya eran las 9 de la noche, me llevaron en su coche hasta mi casa, pero no sin despedirlas antes con un enorme abrazo.
Entré en mi casa, mi madre me había preparado mi cena preferida y ella y mi padre no pararon de echarse miraditas durante toda la cena. Me extrañó muchísimo, también se reían disimuladamente, me estaba empezando a cabrear, no me gustaba que se guardaran secretos.
-Sandra, cariño, tenemos una sorpresa para ti.
-¿Otra más? Primero lo de Londres, luego dejar que tus sobrinas me compren toda la ropa sin tú rechistar... ¿Cuál es la sorpresa?
-Te hemos comprado una camiseta, que creemos que te gustará mucho -dijo mi madre-.
Estaba envuelta y yo la desenvolví rápidamente, era la camiseta de One Direction que estaba pidiendo siempre a mis padres pero que siempre se negaban a comprarme.
-¡Gracias! Os quiero mucho.
-Pero esa no es la sorpresa.
-No te entiendo papá, ¿qué quieres decir?
-La verdadera sorpresa está en este papel y en este sobre.
-Dame, dame -Creí que sería alguna tontería suya-
-Primero lee el papel -protestó mi madre al ver que quería ver que contenía la carta-.
"Para nuestra mujercita, que cada día está mas guapa y más mayor. Sabemos que One Direction, tu grupo favorito, harán un concierto en Londres en dos semanas. Y sí, exactamente lo que estás pensando, te hemos comprado tres entradas para que vayas con Cristina y Paula. No son entradas normales, ahora, mira el contenido del sobre"
Mi cara era un poema, estaba feliz, sorprendida, entusiasmada y nerviosa por lo de que "no son unas entradas normales".
Cogí las entradas del sobre y me puse a leerlas en voz alta.
-Entrada VIP para el concierto del 20 de julio de One Direction. ¡Mi cumpleaños! Como os quiero.
Les abracé mientras lloraba de felicidad.
-Venga Sandra, te acompaño a guardar tus últimas cosas en la maleta.
Eran las 11 de la noche y me disponía a dormir porque el vuelo para Londres salía a las 8 de la mañana, pero preferí llamar a Cris y a Paula por Skype para asegurarnos de que todo estaba listo.
Para sorpresa mia, ellas sabían todo lo relacionado con lo de las entradas, me lo habían ocultado, ellas sabían que One Direction eran, practicamente, mi vida entera.
Ellas también los amaban, eramos Directioners las tres, pero ellas siempre me decían que los quería de una forma que ellas nunca habían visto. Nunca paraba de hablar sobre Niall, Niall por aquí, Niall por allá, yo le llamaba cariñosamente Sexy Horan, siempre se reían sobre aquello.
Las 11 y media, definitivamente me tenía que ir a dormir, quería despertarme temprano para tener todo perfecto.

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